“¿CÓMO INFLUENCIAN LOS PLANETAS A
MI VIDA?”
En realidad,
la pregunta está mal formulada. Si la manecilla horaria del reloj apunta a las
9 ¿Qué hora es? Las 9. Claro, parece obvio. Ahora ¿La manecilla horaria “hace”
que sean las 9? ¿No, verdad? La manecilla “marca” la hora, pero no la “hace”.
El reloj más grande del ser
humano es el cielo. A través del tiempo, diversas culturas se han dedicado a
observar el cielo y a hacer registros minuciosos sobre los movimientos
planetarios. Desde entonces, para medir los ciclos en la tierra, han agrupado
aleatoriamente a estrellas en constelaciones alineadas en una faja celeste (los
números del reloj), y han registrado el tránsito de los planetas sobre esta
faja (las manecillas).
Así la humanidad ha sabido medir
los movimientos del cielo y hacer predicciones muy precisas acerca de
acontecimientos en la tierra, desde algunos muy evidentes, como el cambio de
estaciones, tiempos de siembra y cosecha, mareas y migraciones animales. Sin
embargo, los seres humanos somos parte de ese ecosistema, y como tal, tenemos
ritmos internos emocionales, mentales, de vigor sexual, del subconsciente,
entre otros. Por ejemplo, desde la antigüedad notaron el símil entre los 28
días lunares y la menstruación, o los ciclos de comunicación- introspección que
se renuevan cada 3 meses aproximadamente. El planeta no hace el ciclo, lo MIDE.
“ENTONCES ¿QUÉ CICLO MIDE UN RETRÓGRADO?”
Un Retrógrado
es un efecto visual que tiene un planeta de ir hacia “atrás” en su tránsito
habitual a través del zodíaco (la faja de constelaciones), y ocurre debido a la
estructura heliocéntrica de nuestro sistema solar. Esto es interpretable desde
un punto de vista astrológico como un “retroceso” en la energía representada en
ese planeta, como si las manecillas del reloj se fueran en reversa de cuando en
cuando. Algunas veces, un Retrógrado implica volver al signo zodiacal anterior,
el cual ya se sentía aprendido y trascendido. Igual que circunstancias que
parecían resueltas, o relaciones concluidas, parecen dar vuelta atrás y
reaparecer en nuestras vidas. ¿Por qué? O más bien ¿Para qué?
Para quien sea pesimista, un
Retrógrado parece ser en el peor de los casos una maldición, si no es que un estancamiento
o pérdida y tragedia. Sin embargo, para aquellos bebés de luz que intuyen una
bendición en toda circunstancia, el Retrógrado parece una oportunidad de
rectificar y reafianzar decisiones tomadas anteriormente, y la oportunidad de
darse un momento de introspección antes de lanzarse hacia sus objetivos. Todos
necesitamos un “break” de vez en cuando ¿no? Tú decides si esperas ver al
Retrógrado como caer a un hoyo en el suelo, o como una flecha retrayéndose en
reversa justo antes de ser disparada muy al frente.
“¿Y RETRÓGRADO EN MERCURIO?"
Mercurio
representa al mensajero de los dioses, la energía de la comunicación, tanto con
quienes nos rodean, como la autocharla que ejecutamos en el interior de nuestra
mente: el pensamiento. Mercurio cae en Retrógrado 3 veces al año, y acabamos de
salir de uno el día de ayer, 22 de mayo.
Normalmente no se recomienda
realizar contratos de ningún tipo, compras o convenios importantes durante este
proceso, ya que la eficiencia para la comunicación oral u escrita se ve nublada
durante este tránsito planetario. Es un momento de retracción de la energía
comunicativa, y una oportunidad de observancia de nuestro estado actual, de
observar lo que hemos sembrado hasta entonces, y lo que empezaremos a cosechar
una vez que salgamos del Retrógrado.
“¿QUÉ SIGNIFICA EL FIN DEL RETRÓGRADO DE MERCURIO PARA CADA SIGNO?
Este domingo
22 de mayo, Mercurio terminó su Retrógrado a la 1:21 pm hora universal, y empezó
su tránsito en Tauro, lo que marca un ciclo favorable para entablar negocio y
crecer en abundancia material. Por otro lado, requerirá de más paciencia y
concentración para digerir mentalmente eventos complejos. En general es algo
positivo, pues abre los canales de comunicación y las personas pueden llegar a
mejores arreglos a través de la palabra ¿Cómo entra Mercurio en Tauro para cada
signo?
Aries: Aumenta su intuición para
leer el lenguaje del coqueteo. Tiempo de invertir en mejorar la casa y
refrescar sus ambientes.
Tauro: Llega su nuevo “año de vida”.
Se reaviva la flama del amor, posible nuevo romance. Volver a empezar, es
momento de aprender cosas nuevas, realizar mudanzas y viajes.
Géminis: Su regente Mercurio
entra en Tauro, el signo del amor y el bienestar material. Sin
derrochar, es buen tiempo para compra-venta, o empezar un negocio propio. Su
lenguaje y ánimos se tornan tiernos y cariñosos.
Cáncer: Le llega la oportunidad
de enmendar sus palabras en el plano del amor, o con familiares y amigos. Buen
tránsito para las ventas, pues gana persuasión.
Leo: El felino despierta su lado
intuitivo en este tránsito. Conecta con su habilidad para leer a los demás,
mientras sus corazonadas resultan ciertas y sus sueños significativos.
Virgo: Su regente Mercurio lo
respalda en este agradable tránsito en Tauro. Muchas fiestas y actividades
sociales en puerta, Virgo podrá tener citas más seguido.
Libra: ¡Felicidades! Se le abren
las puertas del cielo para recibir ingresos económicos. Formalización en
relaciones sentimentales, o incluso la oportunidad de
reconciliación amorosa.
Escorpio: Excelente nivel de
energía para el ámbito profesional, oportunidad de expansión, viaje y estudio.
Un momento de mucho disfrute de su estado civil, ya sea en pareja o soltero.
Sagitario: Aumenta su interés por
develar los significados y secretos de la vida, mientras su actitud carismática
magnetiza a todos a su alrededor.
Capricornio: Este tránsito le
confiere una carga extra de energía y vitalidad, su coherencia en comunicación
con otros se vuelve profunda, lo que le abre la puerta a las ventas.
Acuario: Su comunicación amorosa
se vincula a la naturaleza y al aire libre. Entra en un tránsito de
mejoramiento personal, por lo que el cuidado de la salud aumentará su efecto
positivo, ya sea en alimentación, ejercicio o relajación.
Piscis: Ciclo de cosechar lo que
se ha sembrado. Tránsito de recreación para los peces, fiestas y muchas
actividades, mientras el amor se vincula al entretenimiento y al arte.