martes, 24 de mayo de 2016

Mercurio Retrógrado: Retrayendo la flecha antes de dispararla.

“¿CÓMO INFLUENCIAN LOS PLANETAS A MI VIDA?”

En realidad, la pregunta está mal formulada. Si la manecilla horaria del reloj apunta a las 9 ¿Qué hora es? Las 9. Claro, parece obvio. Ahora ¿La manecilla horaria “hace” que sean las 9? ¿No, verdad? La manecilla “marca” la hora, pero no la “hace”.

El reloj más grande del ser humano es el cielo. A través del tiempo, diversas culturas se han dedicado a observar el cielo y a hacer registros minuciosos sobre los movimientos planetarios. Desde entonces, para medir los ciclos en la tierra, han agrupado aleatoriamente a estrellas en constelaciones alineadas en una faja celeste (los números del reloj), y han registrado el tránsito de los planetas sobre esta faja (las manecillas).


Así la humanidad ha sabido medir los movimientos del cielo y hacer predicciones muy precisas acerca de acontecimientos en la tierra, desde algunos muy evidentes, como el cambio de estaciones, tiempos de siembra y cosecha, mareas y migraciones animales. Sin embargo, los seres humanos somos parte de ese ecosistema, y como tal, tenemos ritmos internos emocionales, mentales, de vigor sexual, del subconsciente, entre otros. Por ejemplo, desde la antigüedad notaron el símil entre los 28 días lunares y la menstruación, o los ciclos de comunicación- introspección que se renuevan cada 3 meses aproximadamente. El planeta no hace el ciclo, lo MIDE.


“ENTONCES ¿QUÉ CICLO MIDE UN RETRÓGRADO?”

Un Retrógrado es un efecto visual que tiene un planeta de ir hacia “atrás” en su tránsito habitual a través del zodíaco (la faja de constelaciones), y ocurre debido a la estructura heliocéntrica de nuestro sistema solar. Esto es interpretable desde un punto de vista astrológico como un “retroceso” en la energía representada en ese planeta, como si las manecillas del reloj se fueran en reversa de cuando en cuando. Algunas veces, un Retrógrado implica volver al signo zodiacal anterior, el cual ya se sentía aprendido y trascendido. Igual que circunstancias que parecían resueltas, o relaciones concluidas, parecen dar vuelta atrás y reaparecer en nuestras vidas. ¿Por qué? O más bien ¿Para qué?

Para quien sea pesimista, un Retrógrado parece ser en el peor de los casos una maldición, si no es que un estancamiento o pérdida y tragedia. Sin embargo, para aquellos bebés de luz que intuyen una bendición en toda circunstancia, el Retrógrado parece una oportunidad de rectificar y reafianzar decisiones tomadas anteriormente, y la oportunidad de darse un momento de introspección antes de lanzarse hacia sus objetivos. Todos necesitamos un “break” de vez en cuando ¿no? Tú decides si esperas ver al Retrógrado como caer a un hoyo en el suelo, o como una flecha retrayéndose en reversa justo antes de ser disparada muy al frente.




“¿Y RETRÓGRADO EN MERCURIO?"
Mercurio representa al mensajero de los dioses, la energía de la comunicación, tanto con quienes nos rodean, como la autocharla que ejecutamos en el interior de nuestra mente: el pensamiento. Mercurio cae en Retrógrado 3 veces al año, y acabamos de salir de uno el día de ayer, 22 de mayo.

Normalmente no se recomienda realizar contratos de ningún tipo, compras o convenios importantes durante este proceso, ya que la eficiencia para la comunicación oral u escrita se ve nublada durante este tránsito planetario. Es un momento de retracción de la energía comunicativa, y una oportunidad de observancia de nuestro estado actual, de observar lo que hemos sembrado hasta entonces, y lo que empezaremos a cosechar una vez que salgamos del Retrógrado.

“¿QUÉ SIGNIFICA EL FIN DEL RETRÓGRADO DE MERCURIO PARA CADA SIGNO?


Este domingo 22 de mayo, Mercurio terminó su Retrógrado a la 1:21 pm hora universal, y empezó su tránsito en Tauro, lo que marca un ciclo favorable para entablar negocio y crecer en abundancia material. Por otro lado, requerirá de más paciencia y concentración para digerir mentalmente eventos complejos. En general es algo positivo, pues abre los canales de comunicación y las personas pueden llegar a mejores arreglos a través de la palabra ¿Cómo entra Mercurio en Tauro para cada signo?

Aries: Aumenta su intuición para leer el lenguaje del coqueteo. Tiempo de invertir en mejorar la casa y refrescar sus ambientes.
Tauro: Llega su nuevo “año de vida”. Se reaviva la flama del amor, posible nuevo romance. Volver a empezar, es momento de aprender cosas nuevas, realizar mudanzas y viajes.
Géminis: Su regente Mercurio entra en Tauro, el signo del amor y el bienestar material. Sin derrochar, es buen tiempo para compra-venta, o empezar un negocio propio. Su lenguaje y ánimos se tornan tiernos y cariñosos.
Cáncer: Le llega la oportunidad de enmendar sus palabras en el plano del amor, o con familiares y amigos. Buen tránsito para las ventas, pues gana persuasión.
Leo: El felino despierta su lado intuitivo en este tránsito. Conecta con su habilidad para leer a los demás, mientras sus corazonadas resultan ciertas y sus sueños significativos.
Virgo: Su regente Mercurio lo respalda en este agradable tránsito en Tauro. Muchas fiestas y actividades sociales en puerta, Virgo podrá tener citas más seguido.
Libra: ¡Felicidades! Se le abren las puertas del cielo para recibir ingresos económicos. Formalización en relaciones sentimentales, o incluso la oportunidad de reconciliación amorosa.
Escorpio: Excelente nivel de energía para el ámbito profesional, oportunidad de expansión, viaje y estudio. Un momento de mucho disfrute de su estado civil, ya sea en pareja o soltero.
Sagitario: Aumenta su interés por develar los significados y secretos de la vida, mientras su actitud carismática magnetiza a todos a su alrededor.
Capricornio: Este tránsito le confiere una carga extra de energía y vitalidad, su coherencia en comunicación con otros se vuelve profunda, lo que le abre la puerta a las ventas.
Acuario: Su comunicación amorosa se vincula a la naturaleza y al aire libre. Entra en un tránsito de mejoramiento personal, por lo que el cuidado de la salud aumentará su efecto positivo, ya sea en alimentación, ejercicio o relajación.
Piscis: Ciclo de cosechar lo que se ha sembrado. Tránsito de recreación para los peces, fiestas y muchas actividades, mientras el amor se vincula al entretenimiento y al arte.